Quiénes Somos

Como pueblo de Dios, nos visualizamos como instrumentos de la gracia divina para transformar el departamento de Córdoba en un lugar donde la gloria de Dios resplandece en cada rincón, como las aguas cubren el mar. En un plazo medio, aspiramos a establecer iglesias en cada comunidad, siendo agentes de amor, esperanza y reconciliación.

Nuestra misión es ser fieles colaboradores de Dios en la obra de transformación en el departamento de Córdoba, abrazando y respondiendo a las necesidades de la comunidad con amor, esperanza y reconciliación. Buscamos ser luz en la oscuridad, inspirando a otros a seguir a Jesús y contribuir al bienestar y la prosperidad de nuestra sociedad.

  1. Integridad Bíblica
  2. Fidelidad Doctrinal
  3. Compromiso con la Enseñanza
  4. Adoración Genuina
  5. Evangelización Apasionada
  6. Comunidad Auténtica
  7. Compromiso Misionero
  8. Humildad y Arrepentimiento
  9. Servicio Compasivo
  10. Excelencia con Propósito

Que Creemos

La Iglesia Evangélica CRISTIANOS EN ACCIÓN , tiene un carácter evangélico cristiano fundamentado en la Santa Biblia, como Palabra de Dios escrita que tiene como parte de su misión la tarea de evangelizar a través de la predicación del Evangelio del Señor Jesucristo a toda persona, sin distingos de raza, sexo, color, y estrato social, así como también la formación de Discípulos que guarden las enseñanzas de Jesucristo y sean sus testigos, con el fin de: a) Edificar la Iglesia del Señor, b) Potenciar Dones y Ministerios, c) Consolidar a los creyentes, d) Plantar Obras y, e) Enviar misioneros a todo pueblo y  nación, a través de la formación de hombres, mujeres y niños dispuestos a promulgar y expandir  la doctrina de Cristo y su Evangelio (Mateo 28:19-20). Teniendo en cuenta lo anterior, el carácter confesional específico se fundamenta en la siguiente doctrina Cristiana:

 

  1. Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, inspirada por el Espíritu Santo y nuestra única autoridad y fuente inagotable de sabiduría, fe y conducta. Creemos que “toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo 3:16). Entendemos que esto quiere decir que toda la Biblia es inspirada porque los santos hombres de Dios fueron “inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21) para escribir cada Palabra de la Escritura. Creemos que esta inspiración divina se extiende igual y completamente a todas las partes de la Escritura como aparece en los manuscritos originales. Creemos que toda la Biblia en los originales es por tanto sin error. Creemos que todas las Escrituras se centran alrededor del Señor Jesucristo en su persona y obra, en su primera y segunda venida y como consecuencia ninguna porción, aun del Antiguo Testamento, se lee y entiende correctamente sólo hasta que conduce a Él. (Lucas 24:27, 44; Juan 5:39; Romanos 15:4; 1 Corintios 10:11; 2 Timoteo 3:16; Hebreos 4:12)  
  1. Creemos en la Trinidad: Creemos en un solo Dios verdadero y viviente, el Creador, Redentor, Sustentador y Gobernador de todas las cosas. Él es Infinito, Eterno, Inmutable y se ha revelado a nosotros como Padre, Hijo y Espíritu Santo. (Génesis 1:1-27; Hebreos 1:2-3)

Dios el Padre: Dios, como Padre, reina sobre todo su universo con cuidado providencial. Él es Todopoderoso, Todo Amante, Todo Conocedor y Todo Sabio. Él es paternal en actitud para con los hombres, pero es Padre en realidad para con aquellos que han llegado a ser hijos de Dios por medio de Jesucristo quien los entregará en manos del Padre. (Génesis 1:1; 1 Crónicas 29:10; Mateo 6:9; Juan 1, 12-13; Romanos 8:14-15; Gálatas 4:6; Efesios 4:6)

Dios el Hijo: Creemos que el Señor Jesucristo, Hijo eterno de Dios, se hizo Hombre sin dejar de ser Dios, habiendo sido concebido por el Espíritu Santo, a fin de poder revelar a Dios y redimir al hombre pecador. Esta redención la llevó a cabo al entregarse a sí mismo como un sacrificio sin pecado y expiatorio en la cruz, satisfaciendo así el justo juicio de Dios contra el pecado. Tras comprobar la realización de esa redención / justificación por su resurrección corporal de la tumba, ascendió a la diestra de su Padre donde intercede a favor de aquellos que confían en Él. (Lucas 1:34; Juan 1:1-18; 3:16; Romanos 3:24-26; 8:34; Colosenses 1:15-20; Hebreos 1: 1-13)

Dios el Espíritu santo: Creemos que el Espíritu Santo es la Persona Divina que convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio, que sólo Él trae nueva vida a aquellos que están

espiritualmente muertos; que Él incorpora a todos los creyentes en la única y verdadera Iglesia, la cual es el Cuerpo de Cristo; que Él mora en ellos permanentemente, los sella para el día final de la redención. Que Él bautiza y confiere dones espirituales a la iglesia para que se manifiesten trayendo provecho y beneficio a otros. (Juan 3:3-8; 14:16-17; 16:7-11, 1 Corintios 12: 7-11, 13; Efesios 4:30; 5:18).

 

  1. Creemos que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios para gloria y alabanza de nuestro Señor Jesucristo, pero a consecuencia de su desobediencia adquirió una naturaleza pecaminosa y quedó sujeto a condenación eterna, esto es cierto de todos los hombres y a menos que el hombre nazca de nuevo por el Espíritu Santo, no puede ver el reino de Dios. Génesis 1:26-27; Efesios 1:6,12 y 14; Romanos 3:10-12, 22-23; Juan 3:3.
  1. Creemos que el arrepentimiento es ordenado por Dios y necesario para recibir la salvación y el perdón de los pecados, consiste en un cambio de actitud, de modo de pensar y de plan de vida. Hay dos motivaciones para arrepentirse: La bondad de Dios que nos guía al arrepentimiento y el juicio que se avecina. (Romanos 2:4; Marcos 1:15; Lucas 13:3; Hechos 3:19; 17:30-31).
  1. Creemos que la salvación es un regalo de Dios a través de la mediación de Jesucristo, el Hijo de Dios, quien siendo designado por el Padre, voluntariamente tomó nuestra naturaleza, pero sin pecado, y honró la ley divina con su obediencia personal, lo cual lo hizo apto para ser nuestro Salvador. Por el derramamiento de su sangre en su muerte, satisfizo completamente las justas demandas del Dios santo y justo con relación al pecado; que su sacrificio no consistía en darnos un ejemplo por su muerte como un mártir, sino que era una sustitución voluntaria de sí mismo en el lugar del pecador, el Justo muriendo por los injustos. La Salvación, por tanto, no se obtiene ni por esfuerzos, ni por obras ni por méritos humanos. Depende exclusivamente de la gracia de Dios, mediante la fe en el Señor Jesucristo, por lo cual no existe riesgo alguno de que se pierda una vez que se recibe. Esta salvación comporta además todas las liberaciones, tanto terrenas como espirituales. Creemos que la salvación de los pecadores es divinamente iniciada y enteramente por la gracia. (Jonás 2:9; Efesios 2:8; Hechos 15:11; Romanos 3:24-25; Juan 3:16;10:27-28; Hebreos 2:14-17; Isaías 53:4 -7; 1 Juan 4:10; 1 Corintios 15:3; 2 Corintios. 5:21; 1 Pedro1:5; 2:24)
  1. Creemos que la justificación es el acto mediante el cual Dios declara que, el pecador que cree en la obra redentora de Jesucristo, es justo y aceptable delante de Él, por cuanto Jesús, quien no quebrantó la Ley, llevó su pecado en la cruz y recibió en su lugar toda la ira por la Ley quebrantada y por toda la iniquidad del hombre, satisfaciendo, de este modo, las demandas de justicia de un Dios tres veces Santo. Es totalmente gratuita. (5:1; Rom.3:24-26)
  1. Creemos que el Nuevo Nacimiento es la regeneración que se produce en nuestro espíritu por la acción del Espíritu Santo, teológicamente es el acto soberano de Dios por el que se imparte vida eterna al creyente en un instante. Es la re-creación del espíritu del hombre, para hacerlo participante (consustancial) nuevamente de la naturaleza divina. No debe identificarse con la conversión, santificación o justificación. (Juan 1:13; 3:3-7; 2Corintios 5:17 y Tito 3:5).
  1. Creemos que el hombre al creer en la obra redentora de Jesucristo es santificado por cuanto desde ese momento está unido orgánicamente con Cristo (está en Cristo) y debe procurar vivir en un estado de pureza mediante la ayuda diaria del Espíritu Santo y la Palabra de Dios. (1:30; 1Tes.4:3; Hebreos 13:12). (2 Corintios 7:1; Efe 4:24; 1 Tesalonicenses 3:13 y 4:4 y Hebreos 12:14)
  1. Creemos que el Bautismo del Espíritu Santo es la obra por medio de la cual el creyente es incorporado al cuerpo de Cristo, que es la iglesia. Es el medio por el cual se actualiza nuestra co-crucifixión con Cristo. La base para la crucifixión de la naturaleza pecaminosa del creyente y su victoria sobre el pecado está en su asociación con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo por el bautismo  (1Corintios12:13; Romanos 6:1-10; Colosenses 2:12).
  1. Creemos que la llenura del Espíritu Santo es estar sometido a la dirección de dicho Espíritu, es decir, que al estar bajo el control del Santo Espíritu se comporta de un modo distinto al que tenía en su vieja vida. A diferencia del bautismo en el Espíritu, el ser sellado y la regeneración, esta experiencia puede repetirse. Se da para equipar, capacitar y dar autoridad para la obra del Ministerio(12:4-8; Efesios 5:18)
  1. Creemos que todos los que se arrepientan deben ser discipulados, enseñándoles a guardar todas las cosas establecidas en las Escrituras, y bautizados en agua por inmersión en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. (Mateo 28:19; Marcos 1:9-10; Juan 3:20-23; Hech.8:36-38).
  1. Creemos que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo, está compuesta por cada creyente nacido de nuevo. (Efe 1:23; 5:23 y Col 1:18)
  1. Creemos que como fieles mayordomos de Cristo debemos contribuir al sostenimiento y extensión de la obra de Dios con nuestras ofrendas, primicias y diezmos. (3:10; Luc.11:42; 1 Cor.9:6-9; Heb.7:4-6).
  1. Creemos que la Cena del Señor, que junto con el bautismo son los dos únicos sacramentos instituidos por el Señor Jesucristo, rememora el Nuevo Pacto en la sangre de Nuestro Señor Jesucristo: Todo lo que Él hizo por nosotros y todo lo que conquistó para nosotros; es un símbolo de nuestra unión con Cristo, en la que participan los miembros que ya fueron bautizados en agua, recordando su pasión y muerte hasta que Él venga. (22:17-20; 1 Cor.11:23-26).
  1. Creemos que el arrebatamiento de la Iglesia ocurrirá cuando Jesucristo regrese por los suyos en cualquier momento y precederá a la Segunda Venida. Primero habrá la resurrección de los muertos en Cristo, y luego todos los creyentes vivos entonces, junto con los santos acabados de resucitar, seremos arrebatados para recibir al Señor Jesucristo en el aire (15:52; 1Tes.4:15-17).
  1. Creemos que la segunda venida de Jesucristo y el reino milenial sucederá cuando Cristo venga a la tierra con sus santos para establecer su reinado físico y visible por mil años. En la Primera Venida Jesús obró la redención mediante sus sufrimientos expiatorios en la cruz. En la Segunda, vendrá para ser reconocido universalmente, en aquel día en que toda rodilla se doblará ante Él y toda lengua le confesará. (Juan 14:1-3; Hechos 1:11; 1Tes.1:9-10; 2Tes.1:7-10; Tito 2:12-13; Apocalipsis 22:20).
  1. Creemos que el juicio final será para todos los que rehusaron aceptar a Jesucristo como Señor y Salvador. (Mateo 25:41-46; Marcos 3:28; 2Tes.1:8-9; Judas 14-15; Apo. 20:10-15; 21:8; Apo. 9:11-21; 20:4-6).
  1. Creemos que el primer cielo y la primera tierra pasarán y el mar ya no existirá más; y habrá cielos nuevos y tierra nueva donde vivirán todos los santos por la eternidad, y enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. (21:1-7).

CONTÁCTANOS

Te Invitamos a que te pongas en contacto con nosotros para descubrir más sobre nuestra comunidad, responder tus preguntas o recibir apoyo espiritual. ¡Estamos aquí para ti!